Pero sucede que oigo a la noche llorar en mis huesos (Alejandra Pizarnik)
Todo se reduce a esto:
sobrevivir
o morir en el intento
Alzar un refugio
que soporte las inclemencias
del tiempo,
conciliar el sueño
contando ovejas en la noche
y despertar habiendo
engullido a cada una
y qué del otro
/infierno y espejo
patíbulo al que marcho
custodiado por mi sombra,
otoño perpetuo
donde nada es primavera
será mi sed la que me salve
(salvoconducto para otro día)
con tal de ver aquellos ojos
la tersa piel
que recubre
su secreto
golpearé
los muros de la noche
hasta que escuches,
hasta que escuches.