Quién dijo que esto era fácil
que vivir sin preguntarse era posible,
si la existencia es un desgarro de la nada
si fuimos arrojados del Edén
a esta tierra tan hostil y desprolija
Tal vez algún mito te rescate
una idea flotando en el aire
cual burbuja
o una flor que nazca entre macetas
a pesar de la sombra
y el cemento
Tenemos un torrente sanguíneo
que algún día dirá basta
un puñado de latidos
sin prórrogas
ni peros
A sabiendas de esto
vivimos,
con suerte nos enamoramos
habitamos el fuero interno
mudas procesiones,
de ahí algún verso
o algún malentendido,
soñamos lo que no somos
nunca somos lo que soñamos
aún así,
con difuntos en armarios
que no hacen caso del olvido
con fantasmas que reniegan
de su etérea condición,
echamos a andar
y la realidad
nos aprieta en el costado
a puro golpe y sin reposo,
pero también,
alguna que otra vez
nos besa en los labios
nos renueva las ganas
nos rescata del tedio
y más aún
de la penumbra.